San Ambrosio y las abejas.

San Ambrosio (Aurelius Ambrosius) nació en el año 340 en Tréveris, actual Alemania, y falleció en el año 397 en Milán, Italia. Era conocido como – Doctor de la lengua de miel – y patrón de los apicultores y los fabricantes de velas. Vamos a adentrarnos en la historia de Ambrosio y las abejas.

La iconografía cristiana suele representar a San Ambrosio acompañado con abejas o una colmena. Esto se debe a una leyenda que dice que, cuando era un bebé, un enjambre de abejas se posó sobre su cara mientras dormía en su cuna, entrando y saliendo de su boca sin hacerle daño. Un presagio de la futura elocuencia de Ambrosio, indicando que sus palabras serían “dulces como la miel”.

En pinturas, frescos y estatuas, las abejas y las colmenas aparecen como atributos que subrayan su fama de elocuente predicador y su sabiduría. Debido a la leyenda de su infancia y a sus escritos que mencionan a las abejas, San Ambrosio se convirtió en el patrón de los apicultores.

En su tratado “Hexamerón”, una serie de homilías sobre la creación del mundo, menciona la vida de las abejas como ejemplo de orden y laboriosidad. Utiliza a las abejas para ilustrar virtudes cristianas como la diligencia y la cooperación dentro de una comunidad.

“Y así dixo san Ambrosio que la abeja es madre y es Virgen” Esta analogía la explicó San Ambrosio cuando afirmó que la madre abeja producía la cera “de su propia sustancia, sin mezclas heterogéneas” lo que lo llevaba a identificar la abeja con los valores cristianos, especialmente con las características de la Virgen Maria.

Se han hecho descubrimientos arqueológicos en lo que se conoce como la ermita de San Ambrosio en Cadiz, que datan del menos desde el siglo 1 AC. En este lugar, relacionado con la devoción a San Ambrosio se identificaron restos relacionados a explotaciones agrícolas, entre ellas el trabajo y procesamiento de miel.

Esto es muy interesante porque confluyen la devoción religiosa relacionada con el simbolismo de la miel y la práctica de la apicultura. Durante la Edad Media, los monasterios y abadías fueron centros importantes de la apicultura.

Los avances más importantes en el desarrollo y conocimiento de la apicultura, incluyendo el diseño, desarrollo de las colmenas, la descripción de la vida de las abejas y los avances en los métodos de la apicultura se deben especialmente a monjes, abates y pastores.

Los monjes, que tenían acceso a textos antiguos y bibliotecas, recopilaron información sobre prácticas apícolas y la transmitieron a través de manuscritos copiados a mano.

Muchos monasterios mantenían colmenas dentro de sus terrenos como parte de sus actividades agrícolas. La miel y la cera eran recursos valiosos para los monasterios, utilizados tanto para el consumo interno como para la generación de ingresos a través de la venta de excedentes.

La apicultura era una actividad económica importante en los monasterios, ya que la miel y la cera se utilizaban para fines religiosos y médicos. La demanda constante de cera fue impulsada en gran medida por la práctica religiosa cristiana, mientras que la miel proporcionaba el único edulcorante ampliamente accesible en una era anterior a las importaciones de azúcar a gran escala.

Hay que entender que en las sociedades medievales no había parafina (derivada del petróleo) ni había azúcar de caña procesada (barata y en grandes cantidades), por esto la miel y la cera eran productos importantes en el día a día de las personas

San Ambrosio fue consagrado obispo de Milán el siete de diciembre. Ese mismo día se celebra el Día de la Inmaculada Concepción. Una celebración centrada en el valor de la virginidad y la pureza del nacimiento de cristo.

Además de la capacidad que tienen las abejas reinas de reproducirse sin haber copulado, lo que se conoce como la partenogénesis. La producción de cera como una sustancia virgen que generan las abejas, es un elemento central para usarla en las ceremonias litúrgicas.

Aunque no haya conexiones directas. En algunos países se celebra el 7 de diciembre el día de las velitas. Donde se encienden velas de manera extensiva para celebrar el alumbramiento de cristo. En este sentido se vincula a San Ambrosio como patrono de los apicultores y de los productores de velas.

Aprende más sobre la historia de las abejas en nuestro blogpost sobre el arte y las abejas.

Referencias

Bees and Beekeeping from the Perspective of the Ontological Turn.

El santo patrón de los apicultores: San Ambrosio.

MARÍA: COLMENA DE VIRTUDES. LAS ABEJAS EN LA SIMBOLOGÍA MARIANA BARROCA

María: Colmena de virtudes. Las abejas en la simbología mariana barroca.

La fabricación de miel y su relación con la ermita de San Ambrosio

Explora más sobre el maravilloso mundo de la historia de las abejas.

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